Los orígenes del Palau de la Música Catalana se remontan a 1891, cuando Lluís Millet y Amadeu Vives fundaron el Orfeó Català, una sociedad coral dedicada a promover el patrimonio musical catalán. El coro ganó reconocimiento rápidamente, y la necesidad de un lugar dedicado a él llevó a la idea de construir el Palau.