Antoni Gaudí fue un visionario. Dio a la Casa Batlló un diseño inspirado en la naturaleza en una época en que ésta no existía. Las curvas orgánicas de la fachada se asemejan a las olas, mientras que los vibrantes colores de los azulejos de mosaico se inspiran en la vida marina. La profunda conexión de Gaudí con la naturaleza es evidente en toda la Casa Batlló, lo que la convierte en una atracción única.