Qué esperar en Casa Trías
El salón principal: Espaciosa pero íntima, esta sala central marca el tono con muebles catalanes de época, techos de hojalata prensada y una suave luz ámbar que se filtra a través de cortinas de encaje. Es fácil imaginar a Martí Trías sirviendo café a los participantes o al propio Gaudí acomodándose en un sillón tallado para reflexionar sobre chimeneas y agujas.
El comedor: Aquí acudía la alta sociedad para cotillear, relacionarse y admirar las amplias vistas a través de generosos ventanales. El aparador y la mesa de comedor originales aún se mantienen en pie, como anclaje de una sala que en su día acogió a la alta sociedad barcelonesa.
Las salas de la galería: Un largo pasillo bordeado de retratos, fotografías descoloridas y sutiles florituras de diseño. Aquí sentirás el legado: la gente que hay detrás de la casa, su moda, su estilo.
La terraza: Deja que los demás se peleen por un banco junto al lagarto mosaico. Desde aquí se obtienen vistas despejadas y sin obstáculos de la ciudad, el mar y la expansión surrealista de Gaudí. Es tranquilo, elevado e innegablemente romántico.
Las habitaciones: No siempre está abierto a los visitantes, pero si tienes la oportunidad, aprovéchala. Estas habitaciones modestas pero ricas en ambiente tienen armarios antiguos, baldosas estampadas bajo los pies y los suficientes detalles personales para que parezca que la familia Trías sólo salió a dar un paseo.