El Park Güell de Barcelona es una importante y popular atracción que se erige como símbolo de la cultura y el patrimonio catalanes. Este lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, atrae a cerca de 9 millones de visitantes al año. Para reducir los problemas derivados del turismo de masas, especialmente en lo que respecta a la conservación del patrimonio, el Ayuntamiento de Barcelona puso en marcha un nuevo conjunto de normativas.
En octubre de 2013, el Ayuntamiento de Barcelona puso en marcha una nueva normativa para conservar la zona cultural.
La normativa tenía que cumplir dos objetivos:
Según la normativa, el acceso a la Zona Monumental, que representa el 7,9% de la superficie total del parque, quedó restringido. Si bien el el resto del parque continuó siendo de acceso gratuito, solo la compra de la entrada permite a los visitantes acceder a las totalidad de las 12 hectáreas del parque.