En octubre de 2013, el Ayuntamiento de Barcelona introdujo una nueva política de regulación para proteger el patrimonio cultural y arquitectónico del Park Güell. La política pretendía alcanzar dos objetivos clave:
- Salvaguardar y promover la obra de Gaudí, de acuerdo con las normas de la UNESCO, garantizando al mismo tiempo una experiencia de alta calidad para el visitante.
- Preservar el Park Güell como espacio urbano público, manteniéndolo accesible a la comunidad local como lugar de vida cotidiana y memoria compartida.
Con este nuevo sistema, el acceso a la Zona Monumental , que representa sólo el 7,9% de la superficie total del parque, requiere ahora una entrada. Esta entrada cubre el acceso a 12 hectáreas de espacios diseñados por Gaudí. Las zonas restantes del parque, fuera de la Zona Monumental, permanecen libres y abiertas al público.